En un taller bien planificado, cada movimiento cuenta. El soldador no empieza el día buscando herramientas ni limpiando la superficie tras el turno anterior. El espacio está ordenado y el puesto de trabajo listo para operar. El centro del taller es la mesa de soldadura GPPH, una estructura sólida y estable cuya planitud y precisión de fabricación garantizan exactitud en cada detalle. Según el tipo de trabajo, se utilizan distintas series de mesas: desde la económica SMART, pasando por las universales PRO o PLUS, hasta la serie industrial pesada EXPERT, con una capacidad de carga de hasta 1000 kg por pata. Estos parámetros permiten trabajar con seguridad incluso con grandes elementos estructurales, sin temor a deformaciones o pérdida de nivel.
Antes de comenzar la soldadura, el operador coloca las piezas sobre la superficie de trabajo. La malla de 100×100 mm con orificios Ø28 mm facilita el posicionamiento y la fijación rápida de los elementos mediante las herramientas GPPH. Si es necesario, la superficie de trabajo se amplía con la ayuda de soportes TRESTLE, que permiten apoyar perfiles más largos o preparar estructuras de dimensiones no estándar. En proyectos más grandes, las mesas se conectan entre sí mediante bloques y conectores, creando una base de trabajo sólida y uniforme. Todo está ajustado de forma sistemática, sin soluciones provisionales que en la práctica suelen alargar el trabajo.

En la soldadura no solo cuenta la estabilidad, sino también la ergonomía. Cada vez más talleres utilizan mesas con ajuste hidráulico de altura (serie XWT), que permiten adaptar la posición del tablero al tipo de trabajo. El soldador puede cambiar la altura de la mesa en cuestión de segundos, algo importante tanto al trabajar con piezas largas como al realizar soldaduras precisas en posición sentada. Esta solución reduce la fatiga y permite mantener una calidad constante de las uniones durante toda la jornada.
En un taller bien equipado, la organización del espacio también desempeña un papel fundamental. La estación de soldadura GPPH WeldStation integra la mesa de trabajo con un sistema de cajones y estantes, de modo que todas las herramientas necesarias están al alcance de la mano. No es necesario interrumpir el trabajo para coger abrazaderas o accesorios de montaje. Para puestos más pequeños también están disponibles juegos de cajones y estantes inferiores, que pueden instalarse en cualquier mesa GPPH, desde la serie ECO hasta la EXPERT. Estas soluciones no solo mejoran la organización, sino que también aumentan la seguridad al eliminar el desorden alrededor del área de trabajo.
Durante el trabajo, también es importante mantener unas condiciones ambientales adecuadas. En el taller funciona el sistema de filtración y ventilación GPPH IQ Air Flow o IQ Aero Clean, que elimina eficazmente el humo y los vapores de soldadura, mejorando el confort y la seguridad. La campana Air Flow está diseñada para capturar las impurezas no solo desde el centro de la mesa, sino también desde sus esquinas, donde los humos tienden a acumularse con mayor frecuencia. Gracias a ello, el aire en el taller permanece limpio y la visibilidad durante la soldadura es mucho mejor, lo que influye directamente en la precisión del trabajo y la salud de los operarios.

En las plantas de producción más grandes, la organización de los puestos de soldadura da un paso más. El sistema de rieles GPPH Slide System permite mover rápidamente las mesas o los soportes a lo largo de la línea de trabajo. Esto permite crear configuraciones de trabajo flexibles adaptadas al proyecto actual, sin necesidad de desmontar ni mover elementos pesados. Esta solución reduce los tiempos de inactividad y facilita una gestión eficiente del espacio, especialmente donde se ejecutan varios trabajos al mismo tiempo.
Al finalizar el trabajo, el soldador se encarga del mantenimiento del equipo. La superficie de la mesa se limpia con GPPH CHEM HD Cleaner, que elimina la suciedad, y con PROTECTOR, que protege la superficie contra la corrosión. Las mesas bien mantenidas conservan sus propiedades durante años y la superficie de trabajo precisa no requiere retoques ni fresado. No se trata solo de estética, sino de un ahorro real en tiempo y costes de mantenimiento.

Un taller organizado no solo aporta comodidad, sino también eficiencia y seguridad. Un equipamiento adecuado – desde las mesas y soportes hasta la ventilación y la química de soldadura – permite centrarse en el trabajo y no en las limitaciones espaciales o técnicas. En la práctica, esto se traduce en un menor tiempo de preparación de las piezas, menos errores de montaje y un mayor nivel de repetibilidad.
Los productos GPPH forman un sistema coherente en el que cada elemento tiene su lugar y función. Gracias a ello, la jornada del soldador transcurre sin interrupciones, desde la primera soldadura hasta la limpieza final de la mesa.